Estamos llegando al final de 2023, país dividido social y políticamente, la política no encaja porque no depende de su capacidad, sino de humanos imperfectos, hasta el punto de cierto ambiente descerebrado apoderarse del país, alcanzando principalmente los segmentos productivos y académicos, incluyendo un pequeño municipio próspero que sufre constantemente, por la evasión de divisas en las compras y el total desconocimiento de la economía pública por parte de los pseudo gerentes instalados en las sedes gubernamentales, creando una nueva orden con aires imperialistas implantado por los elegidos que llevan a contrapunto a aquellos ciudadanos que luchan día a día por su ciudadanía y que no se alinean con el activismo político ideológico de los elegidos de turno. Estos sufren una persecución desenfrenada por no aplaudir los desmanes y mentiras propagadas a los más fieles habitantes de esta tierra, creando una cortina de humo para crear distracciones y continuar con sus fechorías.
La historia fue sometida a la crueldad, obligada a alterar la normalidad de su curso, poniendo la desinformación como eje principal hasta el punto de que las calles cambiaron de nombre, la fecha de la emancipación política modificada y divulgada erróneamente en función de los intereses políticos del presidente, las calles que históricamente dieron origen a la ciudad perdieron sus nombres para que los neófitos pudieran ser homenajeados como si fueran héroes. La desinformación ha echado raíces y se ha consolidado.
Incluso podríamos nombrar a estos gobiernos como incapaces o cleptocráticos, haciendo que todo sea aún más aterrador, pareciendo que retrocedimos siglos atrás donde lo intelectual correspondía a la cronología de longevidad que tenían los humanos. Carecemos de contenido y las conversaciones soeces, impregnadas de palabrotas, muestran el abismo escatológico en el que hemos entrado.
Para la barbarie, todo es válido hasta el punto de celebrar el cumpleaños de la ciudad en una fecha inhábil, prohibiendo la circulación de atracciones festivas conmemorativas en las calles donde los enemigos tienen sus negocios y los gobernantes atraen hacia sí las actitudes podridas sin laureles y sin victorias que en modo alguno harían feliz a ningún ciudadano que contribuya al desarrollo de la ciudad.
En Cortina de humo - ¡Un submundo cruel! Sustituyeron a los jóvenes de la otrora encantadora metrópolis, se perdieron referencias, y actualmente vagan como zombis sobreviviendo con migajas como si fueran infrahumanos. Algunos de estos ciudadanos de tercera, comúnmente llamados "políticos", todavía tienen la desfachatez de utilizar temas desclasificados en actos educativos para empeorar la calidad de humanos y ciudadanos que, usurpados sin derecho a pensar y defenderse, se convierten en víctimas potenciales del patriarcado político de turno. Así, esta "humanidad" trasnochada camina hacia abismos únicos, cuando allí los llamados "poderosos" podrán ser testigos de sus desgracias y desastre.
Enhorabuena, la insatisfacción de los "elegidos" con la tierra del cacao, llegó a tal punto que los edificios construidos aún cuando existían los coroneles, están siendo llevados al suelo, con vanas promesas de reconstrucción, y así los edificios históricos caen en el olvido y crean un paisaje sombrío con sus posibles derrumbes. Del mismo modo que se venden en secreto bienes comunitarios sin el debido conocimiento de sus propietarios, el pueblo. Esta es la forma errónea de hacer gestión pública, que surgió en sentimientos no académicos por la ocupación de poderes. Esta anomalía dio cabida a analfabetos funcionales; que no entienden nada y creen que saben de todo, asociándose con la ceguera, el mutismo y la sordera de otros poderosos dichos que ocupan vacantes en parlamentos viciosos e incompetentes.
La metrópoli se transformó en una pequeña Sodoma, y la oscuridad tomó conciencia de su juventud perdida en una eterna lucha entre las tinieblas y la luz.
Cortina de humo - ¡Un submundo cruel! No es más que una obra literaria de ficción, y cualquier parecido es pura coincidencia.
Número de páginas | 389 |
Edición | 2 (2024) |
Formato | 16x23 (160x230) |
Acabado | Tapa blanda (con solapas) |
Coloración | Blanco y negro |
Tipo de papel | Offset 80g |
Idioma | Español |
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